hammer women dresses

5 curiosidades sobre imagen de las tribus del rio Omo.

Imagen, moda, como nos vemos y como nos ven. Porque le damos importancia.
Mi viaje a Etiopia me hizo reflexionar sobre el sentido de la imagen en la sociedad y la evolución tanto social como personal que supone la forma en que nos presentamos al mundo. Algunos todavía piensan en la moda como algo frívolo, cuando antropológicamente se ha demostrado que es un medio más de expresión cuando no una muestra de la cultura o el arte, o de la propia historia.

Pero nunca había visto una confluencia tan sustancial de identidades y culturas juntas como en Etiopia, donde la imagen implica mucho más de lo que a simple vista puede parecer, y donde el propio aspecto siempre tiene un sentido más allá de la simple vanidad.

En un país donde conviven una cincuentena de tribus y etnias diferentes, con creencias y ritos diferentes, modos de vida diferentes, y me atrevería a decir, que en estados de evolución diferentes, no hay como visitar un mercado tradicional para observar el grado de riqueza estética y visual y de diferenciación entre los adornos de las diferentes tribus. Y eso a pesar de que el mundo occidental está entrando con fuerza incluso en este reducto de África y cada vez se ven más africanos que dejan su cultura para vestirse como los occidentales.

Y sin embargo, en las diferentes tribus, vemos que el sentido estético y de la imagen impregna toda su cultura desde los orígenes, y cada detalle tiene su importancia y no puede ser ignorado.

1. Tu imagen eres tú

Los Hammer y la importancia de cada detalle.

Las tribus de la zona se reconocen entre sí por su imagen y forma de vestirse. Uno puede identificar con absoluta certeza a que tribu pertenece el otro por los adornos que lleva, y a nadie que no fuera de la propia tribu se le ocurriría llevarlos. Incluso si hay alguna boda entre tribus las mujeres (que se unen a la tribu del hombre) siguen llevando los hábitos de la tribu en la que nacieron. Porque ellas son quienes son. La boda no las convierte en alguien diferente. Y su imagen no cambia.

Los adornos hablan de su estatus social, de si están o no casados, de su vida, y de cómo le ven los demás. Son símbolo de unión y de diferenciación a la vez.

Jóvenes casaderas de la tribu Hammer muestran siempre sus mejores galas. Las cuentas son un símbolo de riqueza y estatus.

 

Esta joven Hamer lleva tres collares en el cuello, tantos como parejas ha tenido. La señala como a una mujer fuerte y apreciada por los hombres. El collar con protuberancia indica que está casada de nuevo. El collar ancho de conchas indica su pertenencia a la tribu. Las cuentas de colores y la piel que viste indican su estatus social. Es una mujer acomodada.

 

2. Tu cultura forma parte de ti

Los Dorze y la piel de leopardo

Los Dorze, viven en las montañas cercanas a Arba Minch. A pesar de vivir aislados en una montaña, es una de las tribus que está más en contacto con la cultura occidental. Hay una importante comunidad Dorze en Addis Abeba y no es raro que los jóvenes Dorze vayan a la universidad. También fabrican tejidos que venden con éxito, muebles artesanales, y son conocidos por su riqueza musical. Su esperanza de vida es mucho más alta que la media nacional, su economía y leyes de convivencia muy parecidas a las occidentales.

Y sin embargo, por tradición, ellos siguen matando leopardos.

En Etiopia hay una pena de 30 años de cárcel si se caza a un animal salvaje, y los Dorze lo saben. Pero para ellos, la piel de leopardo no es simplemente un rito de paso a la edad adulta. El adolescente debe cazar uno para demostrar que es un hombre, y al ser uno de los felinos más rápidos del planeta, no es tarea fácil. Pero lo importante es que esta piel debe conservarla toda su vida y deben ser enterrados con ella.

La llevarán como adorno en días especiales, si quieren contraer matrimonio y tener familia debe tener una. Y es un signo de respeto llevar la piel durante los funerales, es más, no llevarla puede considerarse un insulto. Las tradiciones alrededor de la piel de leopardo, están tan impregnadas en su cultura que los Dorze siguen arriesgándose a cazar a pesar de las prohibiciones.

 

Joven comerciante de tejidos Dorze mostrando con orgullo su recién adquirida piel de leopardo.

3. Las modas llevan al cambio

Las prendas occidentales

Sin embargo, los Dorze quizá son los que más usan atuendos occidentales. Las mujeres Dorze llevan prendas ricas en colores y diseños. Los hombres Dorze usan pantalón y camiseta occidentales asiduamente. Los Dorze son conscientes de su imagen y como el resto de las tribus etíopes, si saben que van a recibir visita se ponen sus mejores galas. La mayoría de tribus están adquiriendo poco a poco el hábito de vestirse. Se prevé que en pocos años algunas de estas formas de vestir tradicionales se van a ir abandonando. Incluso las tribus más remotas empiezan a usar prendas occidentales.

Mujeres Dorze preparando el tradicional plato kocho.

Jóvenes de la tribu Arbore dirigiéndose al mercado, con sus pinturas y zancos, y calzoncillos en lugar del tradicional pareo de tela brillante que usaban antes.

Empieza a ser frecuente ver prendas occidentales en los días de mercado.

Llama la atención el valor que dan a estas prendas Me hizo reflexionar el ver a unos jóvenes Hammer que viajaban con los zapatos colgados del cuello, y se los pusieron al llegar al mercado. Si tenemos en cuenta que algunas tribus viajan cuarenta y cincuenta kilómetros a pie para llegar al mercado, descalzos, huelga decir que los zapatos son considerados un objeto de lujo, y se usan como muestra de vanidad.

 

4. Tu imagen influye en los demás

Los Mursi y la importancia de la imagen

Sin embargo la tribu que más me impresionó, y no solo por su enorme riqueza visual, fue sin duda la tribu de los Mursi.

Es una de las tribus más prehistóricas que existen y de las más difíciles de visitar, en primer lugar porque son nómadas y no construyen más que pequeños cobertizos a ras del suelo para pasar la noche, así que no hay asentamientos y ni siquiera el gobierno ha conseguido censarlos. Y en segundo lugar porque están considerados una tribu peligrosa. Viven en la frontera de Etiopia con Kenia y Sudan y llevan armas, kalashnikov , que consiguen traficando con marfil y animales. Son cazadores y no atienden a ninguna de las leyes que son más o menos conocidas por el resto de las tribus del rio Omo. Se mueven por su zona y resultan incontrolables. Los habitantes de la zona saben que es mejor no encontrártelos a solas, y los turistas corren peligro real si no van acompañados y protegidos.

Se pueden visitar previo pago al jefe de la tribu, después de informar a los guardias de las zonas por las que se mueven de que se va a efectuar la visita para que avisen y entreguen el dinero. Las visitas se hacen en grupos de cuatro o seis personas, y acompañados de soldados Etíopes armados. Visitarlos sin previo aviso se consideraría una agresión. No les gustan los turistas, aunque en los últimos años han aprendido que son otra fuente de ingresos y los toleran.

La visita es rápida y la interacción mínima. Y las fotos se pagan. Conocen muy bien las cámaras. Sin embargo no conocen tan bien las tablets, por lo que conseguí algunas instantáneas que muestran realmente como es la vida de los Mursi.

Los hombres visten una túnica tradicional de tela, muy parecida a la que usan los Masai. Se graban el cuerpo haciéndose cortes que cuando cicatrizan quedan como intrincados tatuajes. Siempre llevan lanza o kalashnikov. Son guerreros y los muestran en sus poses agresivas

Las mujeres visten también la tela tradicional y desde jóvenes se perforan el labio que decoran con un plato. Son platos hechos con arcilla y leche de amamantar que fabrican y decoran ellas mismas. Algunos dicen que era una prevención. Desfiguraban a las mujeres para que no fueran atractivas para los comerciantes de esclavos. Hay muchas teorías al respecto, pero en realidad se desconoce el origen de esta tradición estética.

 

Mujer Mursi con plato en el labio.

 

Mujeres Mursi. Solo una lleva el plato en el labio y se aprecia los labios colgantes del resto Impresiona su postura derecha y su pose elegante. Esta foto fue tomada sin ellas saberlo.

Con la excepción de la tradición del plato labial, y a diferencia de otras tribus la forma de vestir no les identifica. De hecho los Mursi son mucho más ancestrales que el resto y viven en un estado absolutamente salvaje sin más posesiones materiales que lo que llevan en sus cestos, y sin embargo, dan mucha importancia a la imagen.

Según la profesora Karen J. Pine, psicóloga e investigadora especializada en moda, los Mursi se visten para conseguir una reacción en los otros. En una sociedad sin espejos, ellos usan de todo, ramas, flores secas, piedras, semillas, cuernos, plumas… de todo con el único fin de diferenciarse, de ser vistos. En una sociedad de orgullosos guerreros no se puede ser tímido. En una sociedad donde uno no se ve a sí mismo, la reacción de los otros les da pistas sobre su propia imagen.

5. Se tú mismo

Estilo, carácter, personalidad, todo forma parte de tu identidad.

Sin embargo y a pesar de las diferencias, hay algo que si tienen en común todas las tribus que visité y es que tienen un sentido de la estética muy claro. Más allá de la simbología de la propia tribu, la imagen propia es importante. Las mujeres y los hombres se pintan los unos a los otros, y pintan a los niños. Las adolescentes se adornan las unas a las otras y sus risas y coqueteos son equiparables a la de los jóvenes occidentales. La fabricación de los adornos y de las vestimentas es importante y lleva su tiempo. Ellos saben quiénes son y qué lugar ocupan en la tribu. Una cicatriz, la falta de dientes, o de una parte del cuerpo… no menoscaba para nada su imagen.

Estas tribus son un auténtico tesoro antropológico con fecha de caducidad. Su forma de vida y de vestirse está siendo invadida por la cultura occidental, el orgullo de pertenencia con que llevan sus adornos se borrará de la historia de manos de las camisetas occidentales, y con ello se perderá parte de su cultura. Solo cabe esperar que con su imagen, no pierdan también su sentido de identidad, porque esta gente se mueve con seguridad en la percepción de su imagen, algo que no siempre se encuentra en la cultura occidental.

Si tienen la oportunidad de ver su reflejo en un espejo o en la ventanilla de un coche, lo celebran y se enorgullecen. Se lucen sin arrogancia y con soltura, y posan con una naturalidad envidiable. Como dijo Coco Chanel, “la belleza comienza en el momento que decides ser tú mismo”. He de decir que no he visto en ninguna pasarela la gracia, el estilo, y la confianza con la que se mueve la gente de las tribus del rio Omo, los salvajes Mursi incluidos.