No hay nada mejor en las tardes frías de invierno que un buen fuego en la chimenea y una manta de punto. Las que están hechas con punto de calceta resultan muy agradables y originales, pero si no sabes hacer punto, o simplemente no quieres dedicarle tantas horas se puede hacer una manta reciclando bufandas y chales de lana o viejos jerséis. Es mucho más fácil de lo que parece, porque sólo se tienen que coser las bufandas con una aguja de lana. La que se ve en la foto está hecha de dos pañuelos, dos chales, un cuello de punto combinado con piel y un chaleco de piel. Solo se ha de tener en cuenta usar lana de colores similares a los de las bufandas para que no se vean los puntos de la costura. Adjunto el enlace del articulo la de revista Country Homes and Interiors de donde saqué la inspiración.